El proyecto para la Cervecería La Patrona debe ceñirse estrictamente a la naturaleza propia del edificio y a su catalogación como Monumento Histórico determinada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México. Esta catalogación no permite la modificación del inmueble, debiendo recuperar los elementos arquitectónicos existentes y ejecutar el proyecto con absoluta fidelidad a la obra original.

Antiguamente en el inmueble se concentraban 9 viviendas, distribuidas cada una en dos plantas. Los años de abandono de la construcción han obligado la eliminación de toda la estructura afectada por el paso del tiempo dejando espacios diáfanos de doble altura, ideales para la fabricación de cerveza y espacios públicos abiertos y amplios.

La parte productiva ocupa mitad del entero edificio, mientras las zonas que se quedan libres y abiertos evocan un oasis de tranquilidad y relax en el corazón de una ciudad tan frenética como México DF. Los espacios públicos abiertos se repiten también en la azotea regalando al edificio una zona para eventos al aire libre en la quinta fachada.